jueves, 29 de julio de 2010

Ficha biobibliográfica y POETICA

HOJA DE VIDA

1. DATOS PERSONALES:

Eduardo Hugo Jaramillo Muñoz
-Profesorado en Lengua y Literatura
-Licenciado en Lenguaje y Comunicación
-Magister en educación Superior e
Investigación Educativa


1. Funciones Desempeñadas en el área cultural:
-Secretario General de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” Núcleo de Tungurahua 1978-1981
-Director del Departamento Municipal de Cultura de Ambato 1982-88
-Director de la Casa de Montalvo 1982-88
-Subdirector del Fondo Editorial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana
“Benjamín Carrión” (Matriz)
- Director de Planificación del CONSEJO NACIONAL DE CULTURA.
-Profesor de Literatura en el Colegio Militar “Eloy Alfaro
-Profesor de Investigación Científica, Oratoria y realidad Contemporánea en el ITHI
2. Ejercicio artístico
2.1 Puesta en escena y difusión teatral:
• Asistente de Dirección de Jorge Lagucci y Oswaldo Belucci en “Don Perlimplín con Belisa en su Jardín” de F. García Lorca.
• “Canto a la Raza” Autor y Director.
• “El Condominio” obra de creación colectiva, Director
• “La casa de qué dirán” de J- Martínez Queirolo. Director
• “Q:E:P:D:” de Martínez Queirolo, Director.
• “YERMA” de F. García Lorca, Director
• “El mal entendido” de Camus, Director
• “La Casa de Bernarda Alba” de F. García Lorca, Director
• “En Alta Mar” de N. Roseck, Director
• “Y nos dijeron que eramos inmortales” de Dragún, Director
• “El Apolo de Marsak” de Giraldoux, Director
• “Cata a un Burgués”, de Mateo Rocafuerte, Director
• “Cuestión de Vida o Muerte” de J. Martínez Queirolo, Director
• “El Cuento de Don Mateo” de Simón Corral, Director
• “El Huasipungo de Andrés Chiliquinga” Adaptación de Ricardo Descalzi, Director.

2.2 OBRAS EDITADAS:

3.2.1 Poesía
A Vuelo de Pájaro. Ambato, 1980
CONTRAPUNTO, Ambato, 1981
OJO POR OJO. Ambato, 1982
POESÍAS., Ambato, 1988
ALFABETARIO. Quito, 1992
Palabra Loco Timonel. Quito, 1994
De puño y Letra. Quito, 1997
Palabras en el laberinto, Quito,1998
“…y yo respondo”, Quito1998
En defensa propia. Quito, 2000
Mientras fumo. Quito, 2004
Poemeros Quito 2007
Isadora Quito 2007
Ell@s Quito 2009
Las pequeñas cosas 2010
Memorial 2010

3.2.2 Narrativa:
-Monografía de Tungurahua, (coautor) España, 19880-
-Antes del fuego.(cuento). Quito, 1998
-Plan Nacional de Desarrollo Cultura” (coautor)
-Diseño de proyectos socioculturales con enfoque de marco lógico
-Manual para comentario de textos literarios
• PREMIOS:
*Tercer premio en el Concurso Nacional de Poesía organizado por el Comité Patriótico pro Nacionalización del Petróleo, Universidad Técnica de Ambato.
*Mención Especial en los Juegos Florales, Ambato – 1982
*Mención en el Concurso Nacional de Poesía organizado por la Sociedad de Escritores del Ecuador SEDE, 1991.
*Primer Premio en el Concurso Nacional de Cuento y Poesía organizado por la Asociación de Empleados de la Casa de la Cultura Matriz, Quito, 1992.
*CONDECORACIÓN AL MÉRITO Juan León Mera” del I. Municipio de Ambato. 2007.
*Primera Mención de Honor en la VII Bienal de Poesía Ecuatoriana “Rubén Astudillo” 2008.

Sinopsis

Eduardo Hugo Jaramillo Muñoz.- Magíster en Educación Superior e Investigación Educativa. Profesor de Segunda Enseñanza y Licenciado en Ciencias de la Educación, especialización en Lenguaje y Comunicación.

Desde su juventud está inmerso en el quehacer cultural, como promotor, administrador, gestor y creador.

Protagonizó lo que Hernán Rodríguez Castello ha denominado como “La Revolución Cultural”, que generó una nueva visión y políticas institucionales para la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, como miembro y Primer Secretario de la Asociación de Escritores y Artistas Jóvenes del Ecuador, Núcleo de Tungurahua, representando a la Provincia en el II y III Congresos de esta Institución.

Desde 1967 es Miembro de la Casa de la Cultura, actuando además como Secretario de la Sección de Literatura del Núcleo de Tungurahua, más tarde se desempeñó como Director de la Sección Artes de la Representación durante la Presidencia del Dr. Francisco Pérez Sáenz. De 1978 a 1981 se desempeñó como Secretario General de la Casa de la Cultura Núcleo de Tungurahua.

De 1981 a 1989 cumplió las funciones de Director del Departamento Municipal de Cultura del I. Municipio de Ambato y como Director de la Casa de Montalvo, periodo en el cual entre las obras más significativas, se destacan la realización de los Coloquios Internacional y Nacional sobre Montalvo y Mera. La planificación y ejecución de la restauración de la Casa de Montalvo y de las Quintas Montalvo y Mera, la ejecución de obras como el Monumento a la I Constituyente y a Rodrigo Pachano Lalama, entre otros. Además se planificó y editó “Letras de Ambato en la Colonia” tomos 1 y 2; La historia del Ecuador de Pedro Fermín Cevallos (6 volúmenes); “Breve Catálogo de Errores” de P. F. Cevallos; “La Constitución de 1835”; “Historia de la Literatura” de F. J. Montalvo; La obra completa de Juan Montalvo (21 volúmenes). Entre otras obras de igual importancia.

En varios periodos se desempeñó como Asesor Cultural del Comité Permanente de la Fiesta de la Fruta y de las Flores.

Más tarde, se desempeñó como Subdirector del Fondo Editorial de la Casa de la Cultura Matriz y actualmente es funcionario del Consejo Nacional de Cultura. Ejerce las Cátedras de Literatura en el Colegio Militar “Eloy Alfaro”, de Investigación, Técnicas de Estudio y Realidad Socio Cultural del Ecuador en el Instituto Internacional de Hotelería y Turismo ITHI.

Como creador, ha dirigido más de 20 obras de teatro de distintos autores nacionales e internacionales y ha editado 12 libros de poesía y narrativa, igualmente ha obtenido varios premios. Cabe mencionar que se ubicó entre los mejores poetas en el Concurso Internacional promovido por el Centro de Estudios Poéticos de España en el 2003, por lo que su poesía consta en la edición internacional “Verano Encantado” de este Centro Poético. Igualmente, el crítico norteamericano Ronaldo Haladin, ha incluido la obra poética de Hugo Jaramillo, en su libro bilingüe “Los 20 mejores Poetas del Ecuador”, editada en EEUU.

Poética:

La poesía: una construcción virtual...

... es el intento por retornar sobre contiendas antiguas /en tanto la tibia seducción/ en la boca de mi padre/ me eran dadas las cosas: Un hombre y una mujer entrelazados bajo la lluvia/. Es la anécdota que construyen hombres anónimos que subvierten la rutina recobrando todos los fuegos; entonces / Retorno/ en aquel muchachito refugiado/ en cada agujero de los viejos tejados/ donde anidan los pájaros emigrantes/ mientras se avecina la noche/

Seres que niegan la solidez de un paraíso que desalienta cada acto de amor, /El muro gris guarda una ciudad solitaria/ yacen en el hombres de toda condición/... Si acercas tu oído puedes escucharlos/ cuando azota el viento de otoño/ y gimen los grillos en una ocarina milenaria./, cuyo espejismo amaga sus disputas vitales.

Es el intento por acercarse a aquellas gentes que en su irreverencia, aprenden a mirar en los caminos una posibilidad que jamás se repite: /A lo lejos el violín se ausenta/ como si de cada portal un gemido humano/ poseyera a la noche/ entre cartones y noticias sangrientas/... por que es la voz humana misma, reconstruyéndose: /si afinas tu pupila/ acertarás en el espejo/ tras de la mariposa un niño mutilado/ indagando bajo qué piedra/ le escamotean sus juegos./ voz humana misma, donde trasegan su libertad y la prolongación de un espacio al que todos aspiramos, sin tiempo /entonces solo/ cuando abandones la piedra sobre el oleaje/ y te invada la escama del otoño/ será el eco de las cascadas de viento/ que ahogan para siempre/ aquel caracol que se estruja en la mano/ cuando sin previo aviso se retorna/.../ al filo de la noche, a las sencillas analogías de la vida cotidiana: al ser y sus interioridades construyéndose entre cima y sima, libre en sus exilios, donde /Yacen lenguajes nunca pronunciados/ en la pátina de la piedra,/dinastías que el tiempo oculta/ mientras el agua ostenta su corteza transitoria/ junto a las riberas del pueblo/: cuando acosado proyecta lo maravilloso de su propia realidad y la palabra rescata la dimensión virtual que suscita el ingenio desde lo insólito y... /deja atrás su aldea y la invasión del trigo/ el viñedo en cuyo seno se encendieron las primeras quimeras/ los tejados/ poblados de palomas y el aroma de los cuentos/ la mesa familiar y la gota de miel como un oasis/... entonces, la palabra en cada recodo transitado, transmuta en pregunta incontestable que agita el torrencial lúdico en el que el ser se rehace en imágenes que resemantizan lo establecido y sancionado, para postcrear la vida, entonces /Quedan atrás la seguridad de las posadas pobres/ los sueños inútiles de Dulcinea/ y Sáncho aferrándose a las aspas del molino/. Queda una vida abatida como la ficción de un loco/ encandilado en el umbral del otoño./


COMENTARIOS SOBRE LA POESÍA DE HUGO JARAMILLO MUÑOZ

“…Hombre nutrido en frío y en insomnio, comprende y ama a su prójimo, inmerso como él, en la vorágine de un mundo pragmático que no se detiene en el derrumbe de la ética y de las ideologías y al que no puede comprender. Por ello, su poesía es desgarradura del espíritu y es desolación, ante la injusticia, la ignorancia y la pobreza, pero también es una voz interplanetaria que ama las cosas simples hasta la fantasía, exalta el pan nuestro de la ternura y busca un nuevo mundo en los seres más simplemente excelsos como el cereal o el hijo y en las verdades más sublimes, como la libertad y la pasión amorosa…” Mario Cobo Barona.

“…no se encuentra antecedentes de referencia para la singular poesía de Hugo Jaramillo,. Inquietante, por diversa, desde sus albores, en que ya se relieva por una escueta arquitectura, lleva a pensar que persigue un deliberado propósito de transitar por senderos propios, implantando una nueva y diferenciante actitud personal...” Rodrigo Pachano Lalama

“…Grita para romper su renuncia a la comisura de los labios. Su voz es la convocatoria de las conciencias sobre el resbaladizo puente de la historia -la nuestra- para converger sin declinaciones en el origen de la raza, como es también reclamo-denuncia-rechazo al disparate cotidiano. Hugo … niega de cuajo el lenguaje colateral para adentrarse de cuerpo y alma en el trazo franco de los mundos escenciales y la autoctonía, porque su libro es un gran espacio poético equinocciado por momentos iniciales, finales y perpétuos que estabilizan su universo en la alegría.” Hernán Castillo Castro

“…En Hugo Jaramillo, se nota, sin esfuerzo, un deslizarse de vocablos que se transfiguran en imágenes y símiles a ras de piel, a ras de pupilas en torno de los interrogantes conflictuales del hombre.
Poesía que se acerca a la verdad es decir, a la quintaesencia de sí misma y a la luz que destella en la espesura del silencio; por algo Hugo Jaramillo es un notable poeta. Sus libros anteriores "Vuelo de Pájaro”, “CONTRAPUNTO” (1ra. Edición-1981), “Ojo por Ojo”, son el indicador de una marcha por el camino del cual no se regresa, el camino de la creación poética.” Euler Granda

“…es un ardoroso, conveniente “mensaje” con respecto a lo que imbrica dolorosamente la vida contemporánea. El poeta así, deviene subjetivo y concreto, jubilosamente pensativo, fundamentalmente panteísta, ora recio y telúrico, ora tierno y soñador…” Marco Antonio Rodríguez

“…Efectivamente, Jaramillo parece buscar la revelación de la realidad a través del deslumbramiento de la palabra, que puede oscurecer momentáneamente el significado pero que, al cabo, cumple el papel primordial de toda poesía: iluminar de modo mucho más hondo y preciso, fulminante si se quiere, aquello que se propone revelarnos, como paso previo a lo que luego la ciencia, con su lenguaje racional, pueda explicarnos…”.Francisco Proaño Arandi

“…La poesía como una posibilidad de expresar la realidad, se manifiesta terrible y vigente en Hugo Jaramillo. Es reconocer “La Soledad del escritor” como decía Paco Tobar y encontrar en medio del amor, el desamor, la soledad, la muerte, nombradas tantas veces, la protesta ante el injusto cotidiano y el absurdo, un “Epílogo” que parecería la autobiografía del suicidio como última salida del laberinto” Héctor Estrella J.

“…No se trata –digo aquí- de una excitación de la sensibilidad por la contemplación exógena. Lo dicho y materializado en el texto poético es signo polisémico: significante-significado de la altura idéntica del nivel conciencial del escritor. En Hugo, los pobres, las gentes, sus personajes, no son los que “pasan” por la calle; no son los que “están allá”, a nivel descriptivo. El mismo poeta dice: “Quizá es mucho pedir/ pero solo deseo vivir al margen del aire/ donde la multitud se yergue/... Que no se diga que el poeta quiere la muerte. “Al margen del aire” vivimos en el colmo de los marginamientos sociales y de poder. Arrumados, aladeados de quienes se apoderan hasta de lo elemental para ejercer el control... ¿Quiénes somos? Para ellos solo somos accidentes de la especie nacidos para aplaudir las paranoias de quienes viven convencidos que tienen o son dueños de “hasta” la razón…” Pedro Arturo Reino

“…Y finalmente el YO: el hombre que comienza a meditar –y a confundirse- en las arenas del tiempo, porque la mañana de ayer tiene el mismo rostro de la mañana de los otros días, e inclusive de los días que todavía no llegan a varar junto a los umbrales del hombre. Este adulto funda su esencia en “el profundo imán/ de una anticipación tortuosa/ que arremete/.” Mis ojos acostumbrados a ver la niebla y el espejismo ven aquí las señales claras de la muerte que ronronea visible desde un rincón…” Oswaldo Encalada Vásquez

“…Con Hugo Jaramillo, compartimos las primeras tertulias e inquietudes que surgieron en los años de segunda escolaridad, en los rincones de pequeños bares, en los que la rockola y las angustias del amor ayudaban a sacar palabras para acomodarlas en los duros renglones de las primeras poesías.
Luego, la militancia en los grupos literarios, en los escenarios del teatro colegial, en los foros de la ciudad para ayudar a descubrir y a describir lo que falta y lo que sobra. Enseguida, el trabajo en la Casa de la Cultura, en la Asociación de Escritores Jóvenes, en las aulas donde se aprende y se comparte la memoria de los otros, y sobre todo en la mesa del amigo sobre la que se cultiva un vaso, un pan, un abrazo y en la que se esboza los primeros diseños del laberinto.
Por eso, decir que a Hugo Jaramillo lo conozco de puño y letra, no sólo es haber estado cerca de su manera de hacer y sentir los textos en las servilletas quemadas o manchadas de ron, vida y lágrimas, sino que he visto como “ un ado-lescente/ en la perfecta arista del satatus/ se desborda tenaz desafiando/ el foro que le cerca/ los retratos que amagan su ufanía/ la penumbra del espejismo inexplicable.../” Edgar Castellanos Jiménez

lunes, 26 de julio de 2010

LAS PEQUEÑAS COSAS

Hugo Jaramillo Muñoz

las pequeñas cosas
Poesía
2010


Confesión de parte

Comenzar una nueva historia sobre un ser múltiple que camine junto a nosotros, es un atreverse a volver sobre los pasos por segundos, a esos intervalos que marcan la ruta hacia el territorio inexplicable, donde una gota de agua, un murmullo pendiendo de un hilo, un pájaro desgajado como un pétalo en el rincón del alma, que ya no es nuestro, es una forma de aprender todos los días.
Dejar que la vida viva en todo nuestro ser como si nos estuviera llamando desde el dintel cotidiano, es aprenderse nuevamente fuera del tedio, es hundirse en lo insólito como si nada.

Transparentarse en la piel del prójimo es asumir la noción de cada uno, repitiéndose distinto en los espejos. Por eso inicio el desarraigo en este instante:

El RETRATO

El Agua

1

En el resplandor se hace el milagro
que nos transporta como un remanso
donde el tiempo parece estacionarse
y se escucha el silencio de las hojas
como premoniciones de una pasión desbordada
entonces el paisaje se constela detrás del parpado,
la noche se hace eterna
escindida de todo entendimiento
y retumba en el cuenco de la mano una lágrima
como la cascada en el fondo de un abismo.

Pero ella sólo duerme.


2

Algo aguardaba en el recodo del río
donde esos ojos volvían al iniciar la noche,
nadie logró entender dónde empezaba el rito
porque la seducción de lejanía era una sola:
el envés de la leyenda que invade el pueblo
de boca en boca hasta empolvarse,

algo se agazapa en el recuerdo
como el fulgor de un pájaro en medio de la jaula
hasta el instante en que la niña decidió
sumergirse para siempre.


EL FUEGO

1

Es la huella de un enjambre invisible
que se desliza calle abajo, cada tarde
y ya no es un secreto, porque de tanto soñarse
consumidos por sus labios, los adolescentes
han envejecido sabiéndola inasible como los viajes,
pero ella vuelve furtiva cada tarde
y marca el territorio donde se abisman los recuerdos.


2

Todos intuyeron que aquella madrugada
de mutuo acuerdo atesoró la luz
en la tersura de sus hombros
y desde entonces a esa hora exacta
las abuelas narran cuentos de mujeres en el exilio
y los niños abandonan barcos de papel invisible
en los hilos de la lluvia,
los hombres menos cautos
empoltronados en sus mecedoras,
evadiendo el insomnio discurren acremente
sobre el perfil de su cuerpo
pero ella impávida, día tras día
vuelve sobre sus pasos
porque aquella madrugada
se quedó ciega sin que se percatara el pueblo.


EL PERFUME

1

Aún se preguntan los ancianos
cómo es que se hizo espuma
a imagen y semejanza de la patina
que se apodera de los siglos después de los hechos,
si aún camina entre nosotros
si aún se la presiente en cada melodía
apenas susurrada en el tímpano de los niños
que se adormecen cobijados por el cuento de la madre
que se hace profecía a flor de labio,
por eso sólo ellos saben que se trata de un truco
para instalarlos en el lado luminoso de la luna.


2

Sus palabras eran breves como un oleaje
escapado de algún mar perdido en su pupila
eran como ese retazo de piel que deja huella
a la distancia cuando se agita el corazón
como palomas en carrera loca. Era un presentimiento
al sólo saberla hálito de peces
cercando la lucidez de los amantes.

Era, nada más que paisaje
albedrío de ciegos donde naufragan todos.


LA TIERRA

1

La vocación de labriegos viene de cerca
de la convicción extrema, que los mantiene en vida,
que hay algo en sus manos con disposición de semilla
que el supuesto humano es crecer y multiplicarse,
pero es una utopía su vientre inalcanzable.

Ella es navío de paso a lo lejos
una especie de sublevación de los sentidos
que demarca la leyenda
donde se desvanece la aldea,
mientras ella va dejando a sus espaldas
una multitud de náufragos sin rostro.


2

Ahora están destinados a murmullos de trastienda
sumando historias que a nadie importan
libando con mercaderes de baratijas inútiles
mintiéndose en medio de la reyerta de cada tarde
como si les sobrara la vida,
en tanto al otro lado de la calle
alguien envejece de impaciencia.

Pero ella en su desván repasa bajo la luz de un candil
páginas en blanco.


SUS MANOS

1

Cuentan que lo transformaba todo
en un carrusel de miel
y el pueblo se regocijaba cada vez que sus manos
hacían del extramuro una casa de cristal
a la que acudían desnudos, en busca del tesoro,
encandilados por el final del arcoiris
que dibujó su dedo
nadie se percató que con su presencia
ahuyentó al jilguero de sus manos y se hizo lágrima.

2

Ha pasado el tiempo y todos temen acercarse
a ese lugar por miedo a incinerarse
con el tenue esplendor que aún se enciende
cuando algún niño se escapa de la escuela…


LA CALLECITA

1

El dintel era como un abismo hacia el misterio
y la mirada de la madre una especie de anzuelo
que atrapaba cascabeles y murmullos
puestos ante los ojos más allá de los visillos.

Afuera habitantes fugaces
marcaban en las piedras consignas inaudibles
mientras se fundían con la neblina,
desde entonces son soledad a la deriva
y la ciudad un fantasma condenado al vacío.

Cuentan que un viernes santo
el loco, creyéndose cascabel o murmullo,
saltó el muro y se dió de bruces con la vida
haciéndose añicos de ternura liberada en el tiempo.

2

No encontró jamás la astilla de luz
en la que navegaría el cuerpo
sino otro cuerpo en el que se evade
cuando la luna se instala entre las piedras
y escucha a las plañideras fugarse entre las cruces
hasta quedar atrapadas en esos años de espera.

El salió en busca de la semilla prometida
conoció muros ajenos bañados por la tarde
ciñó talles ligeros sin amor ni odio
y bebió vinos amargos en otros pueblos
negándose así mismo.
Un día un cuentacuentos transhumante
le enseñó la callecita donde le aguarda un niño.


LOS TEJADOS

1

Cuando su mano alcanzó el copo de misterios
un pequeño corazón aligeró su mano
entonces supo de la inmensidad del mundo
en ese rincón de los aleros
que guarda sus secretos desde entonces.

Era la dicha puesta en vigencia en los atardeceres
cuando los ojos del abuelo
le enseñaban cómo escalar hasta los rincones prohibidos
donde habitan los amigos imaginarios que aún esperan.

Es la dicha tan efímera como el crepúsculo
porque los pájaros también levantan su vuelo…

2

Era la dicha de saberse el barba azul
correteando sobre el oleaje rojíso isla de tórtolas
mientras la risa vital de la pandilla
le alejaba más y más de doña angustias.

Era la dicha inundando la cumbre de las casas
mientras la ciudad semejando un navío de piratas
escapaba de sus ojos.


LA ESQUINA

1

Los últimos testimonios de la llúvia
aún se deslizan sobre las piedras en busca de su cauce
-lejos el mar se apresta como el abismo-
y en medio del temor se congregan jovenzuelos
bajo el hechizo del candil perdido entre cipreses
prestos a abolir el tiempo
discurriendo sobre el ser y la duda:
la osadía de estar vivos mientras los peces
se adormecen en el lecho del río,
mientras el pueblo retorna de su pasado
y sus gentes de sumen en los pequeños quehaceres
como el marino en la seducción de las sirenas.


2
Las evidencias de la ciudad en ese devenir,
simiente de la palabra que no elude los orígenes,
iba colmando los resquicios de la memoria
entonces comenzó el éxodo hacia lo inexplicable
donde una gota de agua en las hojas del arupo
un pájaro desgajado como un pétalo
marcaban los pasos del retorno,
era la visión de ser en el presente, un atreverse
a abandonar los tejados tibios de la casa
mientras todos duermen protegidos al borde de las cosas
amanece, cobra sentido la tertulia:
A lo lejos gime el violín como un susurro humano
invadiendo la noche entre cartones
y noticias sangrientas vulnerando la penumbra,
el huésped se aleja con un nudo en la garganta
silbando la canción hasta que volvamos a encontrarnos….


EL CAMINITO
1
Era como si el cuerpo nos llamara
del otro lado del horizonte, así como las sirenas
seducen desde las ostras marinas
fieles a la caída de la tarde,
entonces adivinábamos el océano inmenso
en el hilo rojo de la montaña y era fácil
confundirnos con el viento sabiéndonos marinos
sobre la calidez de la arena,
así encandilados por el canto
emprendimos viajes cada tarde
hasta el acantilado donde aguarda un niño
en cada uno de nosotros,
mientras recogemos los pasos
que intentamos en el vacío.


2

Ahora con el cuerpo dibujado en el umbral
pretendemos simular que aún estamos
mientras se alejan los navíos, cada tarde.


EL DESARRAIGO
1
En el anverso del fuego renacen las palomas,
sus ojos poderosos en cada resquicio de los aleros
configuran la memoria sobre la yema de los dedos
como un nido total en el que duermen su eternidad
cuando invade la tarde.
Su materia fugaz la consumió el incendio
y ellas ciegas retornaron al inicio
donde los niños juegan a ser hombres.


2

Esa tarde el fuego deshizo el secreto de la casa
y vivo todavía empecinado sobre el mundo,
las palomas descienden donde ahora miro
rocas añejas, la huella de la luz antigua,
el enigma de la arcilla donde auscultan mis ojos,
solo en medio de la noche
y aún estoy naciendo a la deriva…


LA BRUMA

La bruma arrasa el resplandor de los tejados
y esfuma las pequeñas digitales que olvidaron los pájaros
las voces de los amantes trasnochados
que ondularon hasta gastarse en la simulación del paraíso,
la bruma se pierde en el fondo del río como un alud ciego
donde aguardan los ojos del niño que truncó el otoño.

Es tarde

El recuerdo nos acosa así como la bruma,
nos concibe vulnerables y ya no hay sitio
para estacionarse mirando la ciudad desde los riscos,
un polvo extraño circunda la piel corroída por el tiempo
año tras año
y se repite como el océano aprisionado

en el oxígeno del muelle.

Es tarde y la casa solitaria anida la vida que tejemos
entre espesura y silencio.